Las macro-empresas como Coca-Cola contaminan mucho más de lo que creemos. Según la auditoría del movimiento ecologista Break Free From Plastic (BFFP) realizada en 2019, esta empresa fue por segundo año consecutivo la más contaminante en relación al plástico. Eso no puede sorprendernos, ya que produce más de tres millones de toneladas de plástico al año, un equivalente de 200.000 botellas al minuto. Si este material tan contaminante tarda aproximadamente 400 años en degradarse por completo, podemos hacernos una idea de hasta cuándo tendremos los residuos de esta compañía por nuestros océanos.
Este año, en cambio, Coca-Cola ha creado el compromiso World Without Waste, donde planean recolectar una botella o lata por cada bebida que venden, además de utilizar sustratos y materiales que son 100% reciclables. Además, la empresa ha anunciado su nuevo prototipo de botella hecha con papel. Aún así, esta botella contiene un fino revestimiento de plástico a parte del cierre, que también está hecho de ese material.
“Nuestra visión es crear una botella de papel que se pueda reciclar como cualquier otro tipo de papel, y este prototipo es el primer paso en el camino para lograrlo. Una botella de papel abre un mundo completamente nuevo de posibilidades de envasado, y estamos convencidos de que los envases de papel tienen un papel que desempeñar en el futuro. El siguiente paso es encontrar una solución para crear una botella sin el revestimiento de plástico”
– Stijn Franssen, Gerente de Innovación de Packaging de I + D
Es posible que Coca-Cola quiera remediar sus daños con este nuevo diseño, pero en relación a sus problemas contaminantes y de imagen, también cabe la posibilidad de que se trate de un nuevo caso de greenwashing. Es decir, un truco de relaciones públicas para que se vean más sostenibles de lo que son.
Aún en la peor situación y después de ser nombrada la empresa de bebidas más contaminante del mundo, Coca-Cola pretende poner una solución frente la crisis del plástico con varias iniciativas que se irían cumpliendo durante estos años:
- Un packaging 100% reciclable para 2025
- Utilizar un 50% de material reciclado en nuestras botellas y latas para 2030
- Recolectar y reciclar una botella o lata por cada una que vendamos para 2030.
Hay una parte positiva en todo esto, a parte de la voluntad de crear un packaging ecológico: Cada innovación sostenible aumenta la presión sobre otras empresas para aumentar la reciclabilidad, reducir la huella de carbono o pasar a materiales más respetuosos con el medio ambiente. El hecho de que exista una competitividad por ver qué empresa es más “verde” puede llevar a una relación más sana con las compañías y nuestro planeta.