24/04/2019

Materiales biodegradables para que el packaging sea menos residual

Los envases y productos hechos a partir de plástico pueden tardar hasta 1000 años en descomponerse. Mientras, ese lento proceso va contaminando el planeta y envenenando nuestro ecosistema.

Algunos de los recipientes que utilizamos diariamente son la causa de este mar de plástico, por ejemplo los envases de «usar y tirar». (Ya podríamos haberlos llamado de «usar y reciclar»). Estos productos desechables son un gran foco de contaminación, especialmente para los océanos. Una forma de evitar dañar al planeta sería dejar de usarlos.

A parte de los envases take away, uno de los elementos que más solemos desechar son las bolsas de plástico. Teniendo en cuenta que la vida útil de estas bolsas son de quince minutos, podemos llegar a dos puntos: que ese sea el tiempo medio que tardamos en llegar a casa y guardarla en la llamada “bolsa de bolsas”, o que en un cuarto de hora seamos capaces de tirarla en cualquier papelera. 

 

 

En un mundo ideal, nuestros residuos se podrían reciclar de una manera fácil y rápida, para evitar la acumulación de materiales contaminantes. De momento, como no es así, vamos a ver tres tipos de materiales biodegradables que evitan el uso y la masificación del plástico.

 

  1. YUCA

 

La yuca es un tubérculo similar a la patata muy común en África, Asia y Latinoamérica. Esta raíz vegetal tiene varios beneficios para la salud y es recomendada para niños e incluso deportistas. 

Por otra parte, la compañía indonesa Avani Eco supo encontrar un uso más. El creador de esta empresa, Kevin Kumala, se horrorizó al descubrir que las playas de su isla estaban llenas de basura, por eso en 2014 decidió crear una marca de  productos 100% biodegradables. Actualmente Indonesia es el segundo país (después de China) que más contamina sus océanos, usándolos como vertederos. 

Dentro de todos sus envases, destacamos unas bolsas hechas con almidón de yuca. Tienen un tacto plástico y son igual de resistentes, pero son totalmente biodegradables. Aunque la gran diferencia es el tipo de descomposición: mientras que una bolsa regular puede tardar más de 400 años, ésta se disuelve en el agua en un máximo de 100 días, siendo incluso apta para el consumo animal o humano. Por lo tanto ni ensucia, ni contamina, ni intoxica.

 

 

Esta empresa ha sido galardonada con el premio “Most Valued Bussines Indonesia”, reconociendo su esfuerzo por la iniciativa más responsable con el medio ambiente en ese país. Aún así, la marca se viralizó por sus vídeos en las redes sociales, donde se podía ver a uno de los creadores bebiendo el líquido azul que aparecía después de disolver la bolsa en un vaso de agua.

 

  1. ALGA

 

Buscar una solución ecológica para los residuos plásticos es una tarea difícil, pero la empresa Evoware hizo un buen trabajo al crear una serie de packaging a base de alga. Este material bioplástico es comestible, personalizable y se disuelve fácilmente en agua. A parte de reducir un impacto contaminante, ayuda al desarrollo económico de los cultivadores de algas marinas de la zona. Sus valores se basan en la innovación y la colaboración.

Su primer envase fue un vaso hecho a partir de algas y gelatina, comestible después de su uso. Se podía elegir entre varios sabores, como menta o té, y podían contener desde agua hasta helados o pequeños postres.

Actualmente podemos encontrar diferentes productos, todavía muy básicos, que pueden conservarse hasta 2 años: bolsas para compresas, saquitos de salsas y café, envoltorios de hamburguesa comestibles… Estos envases no tienen sabor, pero sí un importante valor nutricional: minerales, vitaminas y altos niveles de fibra. Además, sirven como fertilizante para las plantas. De momento han trabajado a pequeña escala, pero aseguran que su material podría llegar a formar elementos de gran tamaño.

 

 

Los plásticos de usar y tirar, como comentábamos anteriormente, suelen ser desechos que terminan flotando en playas y océanos. Con esta solución de Evoware, se puede acabar con los envases más pequeños que escapan al reciclaje y se cuelan en nuestra vida marina. Esta materia prima biológica, que siempre ha pasado desapercibida, es ahora una herramienta con la que podemos reducir el impacto medioambiental. Además, las algas son capaces de crecer en casi todas las costas del mundo, por lo que la expansión internacional puede resultar un proceso fácil y rápido.

 

  1. CERA DE ABEJA

 

Finalmente nos encontramos con un proyecto de Tomorrow Machine, llamado “This too shall pass”. En él se presentan una serie de envases hechos a partir de materiales naturales, donde destaca la cera de abeja. No es la primera vez que este estudio sueco nos sorprende con alguna de sus creaciones, ya que en todas ellas predomina un carácter futurista.

En este caso, la empresa ha querido unir el diseño y la estética con la preocupación por el medio ambiente: a parte de ser totalmente biodegradables, sus recipientes son minimalistas, elegantes e innovadores.

En primer lugar presentan un envase para productos aceitosos, con una estructura de azúcar caramelizado y cera. Para abrirlo, simplemente tienes que romperlo como un huevo. En cuanto el aceite entra en contacto con la capa de azúcar, ésta se derrite y deja caer el líquido de su interior. La capa de cera permite que no nos manchemos al agarrar esta esfera de azúcar, además de proteger el producto a consumir.

 

 

En segundo lugar, hecho de cera al 100%, se muestra un paquete de forma cónica. Para poder abrir el envase, se tiene que “pelar” de la misma manera que podríamos hacerlo con una mandarina. Es ideal para contener alimentos secos como arroz, cereales, semillas o legumbres. A parte de ser perfecta para la hidratación de la piel, la cera de abeja tiene otros muchos beneficios. Algunas pequeñas empresas venden papel de cera de abeja para usarlo como envoltorio natural para todo tipo de alimentos. Se puede sellar con el calor de las manos y su duración puede alargarse hasta 1 año.  Además, es moldeable y muy versátil en cuanto a formas. 

 

 

Adaptar un estilo de vida atento con el medio ambiente es imprescindible para evitar más desastres ecológicos. Aún así, gracias a la tecnología se puede avanzar hacia un futuro más ecológicamente responsable. Eso es debido a que el estudio de elementos biodegradables, que cada vez es más frecuente.

Aunque parezca que conseguir este tipo de materiales sea costoso y casi imposible, también hay otros que no contaminan: el cartón, los restos de plantas e incluso los tejidos naturales como el algodón o la seda son perfectos sustitutos del plástico. Es decir, en lugar de comprar bolsas de plástico en el supermercado, trae una de tela. O en vez de envolver un regalo con papel y lazos de plástico, usa papel reciclado con un lazo de paja. 

Como ves, también puedes ayudar al planeta. ¿Estás preparad@ para reducir tu impacto medioambiental?

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