¿Nunca te ha pasado estar diseñando algo en tu ordenador y que a la hora de imprimir los colores no sean los mismos y no saber el por qué? Esto es debido a que no estaba diseñado con la muestra de color correcta. Por eso, para empezar a diseñar es importante seleccionar que modelo de coloración vamos a usar. Descartamos RGB y HEX, que solo se utilizan en pantalla porque se generan con luz, por lo tanto siempre tendremos que utilizar Pantone o CMYK, que van con tinta.
Eligiendo el color según la pantalla
Si haces proyectos a menudo, o vas a empezar a hacerlos, para el uso de colores es necesario que tengas tus propias pantoneras, así podrás imprimir con el color exacto. Esto es muy importante ya que le estás diciendo a producción cómo quieres que se vea. Es muy sencillo, elige el color, mira el código y búscalo en el programa de edición que utilices.
Sin embargo, también puedes hacerlo a la inversa: hacer coincidir los colores de la pantalla con el Pantone. Es muy sencillo. Solo tenemos que escoger el color en la pantalla y después buscar en la pantonera qué color es. Es posible que el nombre y número del color de pantalla y pantonera no coincidan. Esto es debido a que cada ordenador calibra el color de manera ligeramente diferente en RGB, aunque para producción son exactamente el mismo.
¿Sobre qué vas a imprimir?
Hay dos versiones esenciales de Pantone: la plastificada (estucado) y la no plastificada (offset). Es importante tener esto en cuenta, ya que la tinta adquiere el acabado del material donde se imprime. No es lo mismo imprimir sobre papel poroso (offset), donde perderá algo de vitalidad y muestra un acabado más mate, que sobre un material estucado, donde será más vibrante y brillante. Por eso es importante saber sobre qué tipo de material se imprime. Busca en la pantonera el color y verás la comparación de tono de uno respecto al otro.
Sin embargo la diferencia entre estucado y offset se acentúa más cuando hablamos de colores oscuros debido a que tienen una mayor pigmentación. Es decir, mayor color, mayor probabilidad de que se vea diferente. Esto no pasa tanto con los colores claros debido a que tienen mayor porcentaje de tinta blanca transparente, que es incolora.
Además de “sobre dónde estás imprimiendo”, hay que tener en cuenta “sobre qué color estás imprimiendo”. Si imprimes sobre cartón kraft (marrón), la tinta se empapará de este y su color cambiará. Esto tiene una solución. Puedes imprimir una reserva de tinta blanca (aunque depende del material harán falta varias pasadas) que actuará como base de color al impresor.
Pide una prueba de color al impresor
Si ya tienes todos los elementos bien estudiados y un diseño que te gusta, deberías pedir siempre una prueba de color. Estas pruebas se hacen sobre el material exacto en el que se va a imprimir. Aunque normalmente ha de hacerse una pre-impresión y eso alarga un poco el tiempo de entrega, es la mejor manera para asegurarse de que todo estará perfecto y no llevarse sorpresas indeseadas a la hora de recibir el producto final.