A veces salir de la zona de confort y apostar por un packaging diferente permite a las marcas dar un paso al frente respecto a todos sus competidores.
Es necesario que las marcas y los diseñadores apuesten por diseños estructurales rompedores, que hagan que un producto sobresalga del lineal, que sea creativo a la par que funcional. El packaging se ha convertido en un vehículo imprescindible para la comunicación y los siguientes ejemplos, demuestran que con un poco de creatividad y valentía, un producto puede diferenciarse y convertirse en una pieza que el consumidor incluso quiera conservar.
Curiosos, también, los diseños por los que muchas marcas han empezado a apostar. Aquí en el estudio hemos decidido llamarlo el origami packaging. Este arte milenario de origen japonés- también lo solemos conocer como papiroflexia) se utiliza para darle un look atractivo al pack, con evocación japonesa pero fusionado con el diseño y la funcionalidad propia de un producto de venta al público.