La alimentación a bordo de un cohete es muy diferente de la terrestre, igual que su respectivo packaging. Debido a las condiciones atmosféricas que encontramos en el espacio, se tienen que diseñar productos especiales que permitan una estancia cómoda y práctica. Se necesitan envases que no dejen restos que floten por la cabina ya que pueden dañar el equipo o molestar a los astronautas. También se necesita un packaging que se adapte a los diferentes cambios de presión de las cabinas, y que sean aptos para conservar alimentos en largos períodos. ¿Te parecen unas demandas desorbitadas?
En este post veremos qué tipo de envases usaron los astronautas de la NASA en algunas misiones espaciales como Mercurio o Géminis.
- Liofilización al vacío
Este proceso de conservación, también llamado deshidratación por congelación, permitía conservar los aspectos básicos de un alimento, como el gusto o el aroma. Para conseguirlo, se congelaba el producto de forma rápida y a baja temperatura para evitar grandes cristales de hielo. Luego, los artículos se envasaban al vacío en un recipiente laminado de cuatro capas con una válvula de agua en un extremo. Una de sus ventajas de la liofilización es que los alimentos se podían mantener a temperatura ambiente durante largos períodos de tiempo (de 9 meses a 5 años).
Este paquete alimentario contenía carne deshidratada y comprimida con verduras. Para poder consumirlo se tenía que rehidratar con una pistola de agua caliente durante los minutos indicados en el envase. Generalmente se envasaban sopas, café, carnes, comidas preparadas, vegetales… Como curiosidad, la primera vez que se comió comida sólida en el espacio fue en la misión Geminis 3.
- Natural al vacío
El envasado al natural de los alimentos es algo que también podemos encontrar en supermercados terrestres. Este sistema de conservación se basa en retirar todo el aire que hay dentro del envase. Si se realiza de forma adecuada, el oxígeno residual tiene que ser inferior al 1%. El objetivo es conseguir una atmósfera libre de aire para aumentar la vida útil de los alimentos que hay en su interior.
En este ejemplo podemos observar diferentes bolsas con alimentos, pero no están congelados o deshidratados, sino envasados al natural. En el paquete de comida también hay aderezos para ensaladas, galletas, frutos secos y sobrecitos de salsas como mayonesa o mostaza.
- ¡A la mesa!
Acabamos el post con esta última sección para saber cómo gestionaban y organizaban los productos y envases mencionados anteriormente:
Este es el paquete de alimentos que se usaba en la Estación Espacial Internacional. Como podemos ver, hay diferentes productos envasados al vacío, como galletas o caramelos, y otros productos deshidratados. Todos ellos están enganchados al pequeño mantel individual a través de sistemas de velcro y similares. Por otra parte, la cubertería está sujeta con imanes para que no flote por el espacio de la cabina y provoque algún incidente.
Un importante avance en la calidad y variedad de alimentos en el espacio ocurrió durante el Programa Skylab, la misión espacial después de Apolo. La estación espacial contaba con una cocina en la que los astronautas podían cocinar y comer alimentos de su elección. En lugar de ser rehidratados, los alimentos envasados en latas de aluminio o bolsas de plástico se calentaban en unos recipientes antes de su consumo.
Esta es la bandeja de la NASA utilizada en el proyecto Skylab. Los productos están colocados en sus recipientes y huecos correspondientes para una comodidad a bordo muy mejorada desde la última versión. También podemos ver un zumo almacenado en un envase flexible con un sistema a modo de acordeón.
Gracias a la tecnología, los métodos de preservación han evolucionado en estos 50 años. Los tripulantes han pasado de alimentarse a base semillas y galletas saladas a menús casi gourmet. Ahora, existen productos espaciales que cumplen una media de necesidades nutritivas básicas y son apetecibles a la vez. ¿Cómo será el packaging espacial dentro de unos años?
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