Los primeros pañuelos de papel se inventaron allá a los años veinte con una premisa muy clara: usar y tirar. Pero y su caja ¿tiene que ser también así? ¿O puede tener vida más allá del resfriado común que acaba con su contenido?
Esto es lo que Valerie L’Italien se planteó cuando su profesor de l’ Ècole de design UQAM le pidió que diseñara una caja de pañuelos de papel. Así que decidió hacer un diseño con una segunda vida transformándolo en una guitarra una vez estaba vacío. Bastó con añadir tres gomas bien tensadas en la parte superior y ya lo tuvo: una pequeña guitarra con púa incluida! Esto sí que es reutilizar.