A veces, el packaging más simple puede ser el más llamativo, económico y útil, como esta creación que os traemos de «packaging para llevar«. Esta cajita compuesta por una sola pieza fue creada para una marca de alimentación, que buscaba una caja transportable para que el cliente pudiese llevar su comida de la manera más cómoda. Es fácil de montar, ahorra en costes y sirve para contener perfectamente el producto, facilitando su transporte.
Como es un packaging que surge de un único troquel, es una caja que se puede doblar muy rápidamente, ahorrando el tiempo de montaje y empaquetado de alimentos. Y al ser transformable sirve para contener el producto, transportarlo y mostrarlo, al abrir el packaging.
El packaging debía servir para contener 3 sabores diferentes de comida. Por eso, parte de un mismo diseño pero utiliza una pegatina de distinto color con la que se diferencia el sabor que contiene el pack. Es una inteligente forma de ahorrar en costes de producción (ya que no hay que fabricar tres packs diferentes) y al mismo tiempo favorecer el reconocimiento del envoltorio por parte del público.
Todo un ejemplo de packaging móvil en su versión de comida para llevar.