La creciente tendencia del smart packaging o packaging inteligente

La tecnología avanza a pasos agigantados. Los productos cada vez son mejores, más competitivos, más sanos y más sorprendentes. Por esa misma razón, el packaging no puede quedarse atrás y ha de evolucionar, mejorar y adaptarse a la nueva tipología de productos.

 

Esta nueva etapa en el embalaje que incorpora, a veces, elementos tecnológicos se conoce como smart packaging. El packaging es primordial, ya que es la primera toma de contacto entre la marca y el cliente, la carta de presentación. Y una de las principales tendencias que pueden revolucionar esta primera conexión es el smart packaging. ¿Pero qué incluye este término? Esta evolución del embalaje se centra no solo proteger el producto, sino que se busca que aporte información útil, que puede ser tratada por el vendedor y el consumidor, sobre el mismo producto.

 

Para empezar, podríamos decir que existen varios tipos de smart packaging, cada uno con sus diferentes aplicaciones:

1. Tipo diseño: pensado para mejorar su forma y función, lo que añade un extra de utilidad a la percepción del valor del producto, por lo que podemos mejorar la experiencia de usuario cuando lo utiliza. Por ejemplo, el tapón dosificador de los detergentes.
2. Tipo activo: utiliza mejores materiales para mejorar la apariencia o la funcionalidad del producto. Este activo se puede usar, por ejemplo, para controlar la temperatura o la humedad de dentro del paquete y aún así lucir más atractivo para el cliente.
3. Tipo conectado: utiliza la tecnología, como sensores o códigos, que generan datos que se guardan, tratan, analizan y comunican para lograr diferentes objetivos, como mejorar la cadena de suministros, o localizar el paquete.

 

Sensor de temperatura y de estado para saber si el producto está en buenas condiciones.

 

En base a los tres tipos de smart packaging, también podemos decir que hay nueve tipos diferentes de aplicaciones según cual sea el objetivo o la necesidad que se pretende cubrir:

Inventario y control del ciclo de vida

1. Tracking: conocer en tiempo real donde se encuentra el paquete.
2. Agilidad: optimizar la cadena de suministros.
3. Sostenibilidad: reducir la huella medioambiental controlando el ciclo de vida del paquete y haciéndolo reutilizable.

Integridad del producto

1. Autenticidad: asegurarle al cliente que el producto es lo que le prometieron, y que viene y es de quien le dijeron. Para evitar falsificaciones.
2. Seguridad: proteger el producto de robos y controlar que no se produzcan usos inadecuados.
3. Calidad: asegurarse de que el producto está en las condiciones óptimas.

Experiencia de usuario

1. Interacción y satisfacción: comunicación con el consumidor para una interacción más profunda, como entretener, instruir o informar.
2. Utilización: hacer que el producto sea más fácil de entregar, preparar y entender su comportamiento mediante la tecnología.
3. Acceso: mejorar el pedir productos o devolverlos.

 

El escaneo del packaging redirige a recetas que el cliente puede hacer.

 

Aunque este tipo de packaging está en alza respecto a su uso, y es probable que a la larga se instaure como el embalaje más habitual, hoy en día todavía tiene algunas barreras de entrada que impiden que ya sea el predominante en el mercado actual:

1. Retos comerciales: un packaging mejor también va unido a un coste mayor. En un mercado saturado de productos sustitutivos, aumentar el precio puede significar reducir ventas, pero mantener el precio y reducir los beneficios puede que no acabe siendo rentable para la marca.
2. Cambios legales: la regularización de diferentes aspectos que afectan a este tipo de packaging todavía no está definida del todo, como puede ser la recolección de datos por parte de terceras compañías por lo que, en esta etapa todavía temprana, puede que las marcas tengan complicaciones en este ámbito.
3. Retos tecnológicos: si el smart packaging depende, en parte, de la tecnología quiere decir que este tipo de embalaje será tan bueno como lo sea la tecnología del momento. Por lo tanto, cuanto más se desarrollen estas y mejoren, el packaging se adaptará y mejor será.
4. Retos organizacionales: conseguir que funcione correctamente depende de diferentes organizaciones, como pueden ser la propia compañía, la empresa de mensajería, la que desarrolla los QR o que el cliente le dé un uso, por lo tanto todas las partes han de coordinarse y cumplir su parte para que sea algo realmente útil y positivo.

 

Izq. App detector de códigos para hacer el seguimiento. – Der. sensor de temperatura alimenticio.

 

Viendo las posibles y diferentes aplicaciones, la tendencia corrobora que este será el packaging del futuro. Uno que no sea solo visualmente mejor para llamar la atención, o que proteja al producto de manera más eficiente si no que, además, marque una diferencia en la sociedad y que ofrezca más comodidades y facilidades a sus usuarios.

 

Fuente: Deiloitte Insights